Cuando el cadáver de Tina Modotti llega a la morgue del doctor Zárate para que le practique la autopsia, Armando, fotógrafo aficionado e hijo del forense, se escabulle para intentar hacerle un retrato a la mujer que fuera modelo, artista y revolucionario. ¿Realmente fue una falla del corazón la causa de su deceso o hay algo más que se está ocultando? La pregunta lo intriga y poco a poco invade todo su mundo, al punto que su investigación lo conduce hasta Vittorio Vidali, último amante de la fotografía y peligroso personaje asociado al Partido Comunista Soviético de quien Tina tal vez sabía demasiado. A partir de este momento, el destino de ambos hombres, tan opuestos en sus ideales como ciegos en su pasión, se consumirá en la misma hoguera: el recuerdo de Tina.
Fuego que no muere es una novela en la que se mezclan la más rigurosa investigación histórica con la mejor ficción policiaca para conducirnos por un sinuoso camino en donde el deseo desbocado se convierte en una obsesión capaz de devorarlo todo. Una novela como nunca había leído sobre la icónica Modotti, una mujer fuera de su tiempo, pero que supo vivirlo y representarlo como ninguna.