Marquitos Laguna está dispuesto a erigirse en el salvador de la isla Simetría, auténtica ciénaga de la sociedad donde la bondad es un bien escaso. Sin embargo, Marquitos es juzgado y condenado a muerte. Recluido en un sanatorio mental a la espera de ser ejecutado, Mila, líder de un grupo armado ruso, acude a su rescate para que le ayude a dar con el paradero de Lukín, la única persona que parece ser capaz de prevenir el incipiente estallido de la guerra.