La vida de Frank Molina, periodista especializado en judiciales, da un giro inesperado el día que decide abrir una oficina y empezar a trabajar como detective privado. A sus manos llega el caso de un extraño asesinato y su obsesión por resolverlo lo llevará a descubrir pasajes oscuros, personajes sombríos y redes de corrupción. En este laberinto conocerá a una mujer misteriosa de mirada indomable, una verdadera diosa de la noche que al subir al ring de lucha libre deja un rastro de perplejidad: su nombre es Lady Masacre.
Mario Mendoza se adentra en un territorio que se inscribe dentro de un género que él define como "realismo degradado". En esta novela, el autor explora con maestría los rasgos de una literatura policíaca que da como resultado una historia desgarradora y escalofriante.